Las empresas están afrontando una gran transformación en sus equipos.

Una de las razones de este cambio está siendo la nueva revolución tecnológica, que ha provocado la eliminación de ciertos puestos de trabajo y la creación de otros, lo que supone una redistribución de las plantillas en las organizaciones, así como la necesidad de rediseñar los procesos dentro de las mismas, que todavía son, algunos, demasiado tradicionales.

En cuanto a los cambios relacionados con la redistribución de las plantillas es importante hablar de la llegada de la Inteligencia Artificial, que creará más puestos de trabajo en sectores como la salud, hostelería, contact center o industria. Estos puestos necesitarán a empleados con valores como creatividad, innovación y conocimiento, mientras que para las máquinas se dejarán las tareas que menos valor aportan, las más repetitivas. Además, se necesitarán cubrir nuevos puestos para el mantenimiento y control de esos nuevos dispositivos.

El impacto en los procesos.

En cuanto al rediseño de los procesos dentro de las empresas, la tecnología también está jugando un papel muy importante. Por un lado, ayuda a detectar el talento dentro de la compañía y a aumentar el grado de satisfacción y compromiso de los empleados. Por ejemplo, gracias a las herramientas de Big Data, como People Analytics, se puede saber qué trabajadores están más motivados, cuáles están más abiertos a colaborar con compañeros de distintas edades y cuál es, en general, su comportamiento ante la situación de tener que convivir y compartir espacio con personas que pertenecen a otras generaciones. Una vez estudiada la información que se obtiene con estas herramientas se pueden poner en marcha medidas que beneficien tanto a las personas como a la organización. Así, ya se ha detectado que la organización tradicional, donde todas las personas tienen claramente definido y asignado un puesto de trabajo con unas funciones concretas, no está funcionando tan bien como hasta ahora. Los empleados desean realizar distintas tareas según sus habilidades y tener más flexibilidad para sentirse realizados.

La llegada del Big Data.

Por otro lado, gracias también a las herramientas de Big Data, los responsables de Recursos Humanos pueden establecer procesos de reclutamiento más estratégicos y analíticos, así como optimizar los estándares de calidad. Se puede obtener más información de los candidatos, como sus preferencias, valores o motivaciones, lo que permite saber de manera más segura si van a encajar con la filosofía, misión y valores de la organización.

Desde luego, aunque para las empresas a veces suponga un gran esfuerzo tener que rediseñar los procesos, así como realizar una fuerte inversión económica, a corto y largo plazo obtendrán rentabilidad: podrán detectar y retener el talento, aumentar la productividad y, como consecuencia, obtener más beneficios.