Según la RAE un prejuicio es una “opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal”.
Si relacionamos esta definición con el talento sénior y su contratación, la empresa (y la sociedad) es la que pone barreras, en muchos casos mentales, al abordar esta problemática. Lo importante son las personas, no su edad. Lo que importa es qué experiencia tienen, qué conocimiento han adquirido y cómo realizan su trabajo. El potencial no debería medirse por cuántos años han cumplido.
Las organizaciones que niegan la contratación a personas mayores de 45 años están perdiendo talento.
¿Qué prejuicios existe en la empresa para la contratación del Talento Sénior?
Tras analizar lo debatido en los tres Focus Groups que ha organizado la Fundación, podemos destacar los siguientes prejuicios:
1) Los mayores de 45 años no quieren trabajar
Si realmente no quien trabajar, entonces ¿por qué se presentan a una entrevista de trabajo?
Las estadísticas lo dejan claro: la mayoría de séniors que están en situación de desempleo, y quieren volver a trabajar, tardan más de dos años en volver a encontrar un empleo. A veces porque desconocen nuevas formas de búsqueda, otras porque no saben cómo actualizar un CV, tienen dificultades para enfrentarse a nuevos procesos de selección y/o lo que más nos preocupa: no se les da la oportunidad ni de realizar una entrevista porque se les descarta por la edad.
Tampoco es real que quieran trabajar menos. A veces son los primeros en llegar a la oficina y los últimos en irse, en gran parte por compromiso e involucración con lo que hacen y la empresa.
Edadismo: Cómo evitar la discriminación en el reclutamiento
2) El talento sénior no quiere aprender ni adquirir nuevos conocimientos
¿La experiencia no cuenta como aprendizaje? Llevan años aprendiendo, reciclándose, pasando de un sector a otro. Iniciaron su vida laboral cuando no existía internet y la mayoría tuvieron que aprender a usarla. ¿Tenemos la seguridad de que no quieren aprender?
El talento sénior estará más motivado para aprender en función del significado que para ellos adquieran las actividades y la tarea que van a realizar, así como por el contexto en el que se producirá el aprendizaje y los objetivos establecidos para ello.
Angela Gorostizu, directora de Consultoría en Master Value People, participó también en uno de los Focus Groups e indicó: “Hace unos meses realicé un estudio para comprobar varios aspectos sobre la motivación, entre ellos si cambiaba con los años y los resultados indicaron que con la edad no se pierde motivación. Cambian las expectativas en todo caso pero no el deseo de lograr, progresar, etc. Afirmar lo contrario es un prejuicio sin base. Es puro edadismo”.
¿No será que el talento junior también necesita aprender de los veteranos en las empresas?
Leticia Ortiz, directora de HRBP de Allianz, comentaba en uno de los Focus Group: “La gente joven es digitalmente muy potente, pero ha perdido algo muy importante: la sensibilidad de comunicación. El chat, el estar relacionándose siempre por escrito, hace que cuando tienen que afrontar conversaciones difíciles, reuniones complicadas, situaciones emocionales no estén lo suficientemente preparados para afrontarlo. Este es un valor importantísimo que puede aportar el talento sénior. Desde las compañías necesitamos que estas personas estén al pie ahora mismo de los puestos de responsabilidad para poder guiar a las incorporaciones más jóvenes sobre este tema”.
3) Las personas de avanzada edad se niegan a viajar
Pesar que la edad limita para viajar es otra de esas cosas que hemos escuchado como excusa para no contratar a personas mayores de 45 ó 50 años y no llegamos a entender. ¿Por qué se piensa eso? ¿Hemos preguntado a los séniors? ¿Tenemos datos reales que lo demuestren? Hay gente que podría justificar esta “creencia” porque los séniors tienen hijos pero ¿acaso una madre o un padre menor de 45 años tiene más facilidades para viajar con los niños más pequeños? Quizá sea más lógico pensar que una persona con más edad tiene más probabilidades de que sus hijos sean mayores e independientes. Esto precisamente permitiría a los séniors viajar con más libertad. Incluso podríamos ir más allá y pensar que si han estado años sin poder hacerlo por responsabilidades familiares, ahora sea el momento que más les apetece hacerlo.
4) Son menos productivos
¿Menos productivos qué quién? Existe la creencia generalizada en CEO´s, directores o gerentes que, por hacerse mayores, las personas no se adaptan a los nuevos tiempos, lo que los convierte en menos productivos y se los sustituye por empleados más jóvenes.
Javier García, responsable de Desarrollo de Negocio de Watch&Act, exponía en uno de los encuentros realizados por la Fundación: “El problema ya no está en qué hacemos o cuánto se produce en las organizaciones. El problema está en analizar qué medidas adoptamos también en el proceso de selección, o al incorporar a los profesionales. Contratar a quien más nos aporte y nos ayude a incrementar el resultado de la compañía. Porque para mí más que un tema de productividad es de eficiencia”.
Tenemos una buena noticia: la edad no merma la productividad. La experiencia es un valor y la madurez es un bien.
5) Los mayores de 45 años bloquean la promoción
Es un error pensar que la oportunidad de que los jóvenes puedan creer y promocionarse en la empresa quede bloqueada por el talento sénior. También que los empleados de mayor edad deban ocupar los puestos de mayor responsabilidad y los mejor pagados.
La empresa debería saber gestionar a los equipos de acuerdo a la diversidad generacional existente en su plantilla. Si los CEOs, gerentes o jefes de área, conocen las características de esas generaciones, será más fácil que se consigan resultados óptimos. Hay sitio para todos pero para conseguir un equilibrio y gestión óptima de las plantillas. Se debe conocer a cada uno de los empleados de forma individual, sus puntos fuertes y áreas de mejora para sacar lo mejor de cada uno, estén motivados y comprometidos con su organización.
6) No tienen capacidad de aprendizaje
Que sean mayores de 45 años, no quiere decir hayan perdido capacidad de aprender. El cerebro se entrena y la motivación es el deseo constante de superación.
Estudios revelan que las personas de edad avanzada son capaces de adquirir conocimientos iguales o mayores que los más jóvenes si disponen de un grado de motivación alto para ello.
7) Están sobrecualificados
Estar sobrecualificados se contradice con otro prejuicio de que no quieren aprender.
El talento sénior además de los conocimientos necesarios que se solicitan en los procesos de selección, tiene práctica y experiencia. Decir que sobran conocimientos o que estos están obsoletos es una excusa para evitar la contratación.
8) Los mayores de 45 años son menos creativos e innovadores
¿De dónde surge la idea que la creatividad o la innovación es una cuestión de edad? Investigaciones sobre la capacidad de aprendizaje y el desarrollo creativo demuestran que cuando se desafía a la mente, el cerebro responde en forma positiva sin importar la edad.
Francisco Ullate, director de RRHH de Sitel hablaba sobre este prejuicio en uno de los encuentros: “Generalmente se piensa, que la capacidad de innovar que es una cualidad esencial en estos momentos es patrimonio exclusivo de los millennials , y que solamente son las nuevas contrataciones las que pueden traer ideas nuevas. Y todo esto es debido porque a las personas mayores y a las que llevan más tiempo en las compañías, les hemos negado esa capacidad de transformarse y de procurar innovación a las compañías. Creo que se pueden hacer muchas cosas, pero primeramente tenemos que eliminar este tipo de prejuicios”
“La vejez empieza cuando se pierde la curiosidad“.- José Saramago
Saramago, tras un intento fallido a los 25, se estableció a los 60 como literato y 16 años más tarde obtuvo el Premio Nobel.
La escritora Toni Morrison a los 40 años comenzó a escribir. Tenía un trabajo convencional y criar a sus hijas le llevó gran parte de su tiempo antes de dedicarse a su pasión.
Walt Disney creó su imperio Disneyland cuando tenía más de 50 años. Adicto al trabajo, perfeccionista y gran creativo, el productor cinematográfico diseñó hasta el último detalle de sus parques de diversiones.
Descubre a más genios que comenzaron a crear en edad tardía aquí (enlazar a https://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20150123/54424746633/genios-de-la-edad-tardia.html )
9) Los trabajadores mayores están menos motivados
Según un reciente análisis del Foro Empresa y Sociedad, en el que se han encuestado a un total 1.245 personas, la motivación en la vida y en el trabajo crece con la edad.
Cuando somos mayores valoramos los placeres cotidianos y a través de la experiencia aprendemos cómo ser más felices. Además de ser responsabilidad de cada empleado, sentirse feliz y satisfecho en el trabajo, también es tarea de la organización.
Quien se siente feliz, trabaja con motivación, transmite optimismo y genera un buen clima laboral entre sus compañeros, clientes y proveedores.
Ángeles Alcázar, socia directora del Observatorio Generación y Talento, explicó en uno de los Focus Groups como, dentro del estudio realizado “Diagnóstico de diversidad generacional, análisis del talento intergeneracional de las empresas” se ha puesto de manifiesto que los séniors aportan experiencia y visión del negocio. “Comprenden la dimensión política de la empresa, tienen visión estratégica y se orientan hacia el largo plazo. Esta generación está comprometida con la empresa y su responsabilidad y disciplina les hace indispensables en cualquier proyecto empresarial. Quieren seguir aportando a las organizaciones y están motivados“, asegura Alcázar.
“Dentro de las organizaciones tenemos que tener personas motivadas y contar con todo el talento. La productividad está íntimamente unida a motivación y comunicación eficaz. He estado en el área de empresa y he tenido muchísimas transformaciones. Afortunadamente, siempre he sido una persona motivada y he tenido la gran fortuna de poder desarrollarla, y ponerla al servicio de los recursos humanos”, añade.
Un trabajador feliz, se vuelve proactivo y genera sinergias positivas para la compañía.
¿De verdad sigues pensando que una persona mayor de 45 años está desmotivada? Nadie que esté en su mejor momento de vida puede dejar de motivar e inspirar a los demás.
10) Se ausentan más del trabajo
Pensar que un candidato mayor de 45 ó 50 años va a estar más tiempo de baja, se va a ausentar más de su puesto de trabajo o será un empleado insatisfecho es otro prejuicio que hemos escuchado en alguna ocasión y con el que tampoco estamos de acuerdo.
Una persona que se encuentra a gusto en su puesto de trabajo no falta. Ausentarse de la oficina no es una cuestión de edad, sino de cómo se sienta el trabajador desempeñando sus tareas y en su entorno laboral.
La madurez hace que la vida y el trabajo se vea desde otra perspectiva, con mayor tranquilidad, claridad y consciencia. Por lo general, los mayores de 45 años utilizan el sentido común, saben priorizar, poseen mayor capacidad de organización y planificación. Gestionan y negocian desde la templanza y la empresa necesita estas habilidades.
Cristina de las Morenas, gerente de RR.HH. del Grupo GSS, compartió un dato muy importe con respecto al absentismo en los séniors: “Nuestro sector, el sector de contact center, tiene una alta rotación, con unos niveles absentismo normalmente por encima de la media. Curiosamente el análisis que nosotros hemos hecho de nuestro absentismo nos demuestra que las personas mayores de cuarenta y cinco años son las que tienen menos absentismo dentro de la compañía.”
El tiempo pasa para todos. Los jóvenes llegarán a ser mayores de 45 años. Trabajar hoy para lograr un mejor presente para el talento sénior hará que le augure un futuro mejor al talento joven.
Nuestro compromiso es que se eliminen los prejuicios para favorecer la contratación del talento sénior. ¿Nos ayudas a conseguirlo?
4 Comentarios
Con mis 62 años, quisiera poder reaprender y aprender, volver a tener la experiencia de trabajar en una oficina. Cerca de mi domicilio y medio tiempo, de lunes a viernes. Sentirme cómoda u contenida. Saber que puedo tener oportunidad, y salir adelante. Que la actividad laboral revitalize, integre, reuna, sane, permita ofrecer colaboración, dignifique.
Lo que desmotiva es la discriminación, no sentirse saludable.
Ojalá reciba y pueda trasmitir sinergia positiva.
Muchas gracias Susana por tu comentario y explicarnos cómo te sientes. Ojalá entre todos podamos cambiar las cosas y acabemos con esta discriminación que tanto daño está haciendo.
¡Te mandamos todo nuestro ánimo! Si quieres seguir en contacto con nosotros no dudes en escribirnos: contacto@fundacionselectiva.org
Un saludo,
Soy demasiado joven a mis 55 años para dejar de vivir, por ello estoy realizando un curso de emprendimiento social. Un proyecto con vocación de apoyo a todos los de mi generación, y en breve pondré en marcha en Canarias, http://www.job4senior.com.
Nunca es tarde para ser feliz, ni para emprender, ni para aprender, nunca es tarde para trabajar en lo que te gusta y, además, ahora tenemos el tiempo necesario.
#YayoDigital
Cuánto nos alegramos pedro de este nuevo proyecto.
Efectivamente, nunca es tarde para emprender, aprender, vivir, disfrutar, ser feliz… No permitas que nadie te diga lo contrario.
No dejes de contarnos tu proyecto: contacto@fundacionselectiva.org
Un saludo,
Fundación Selectiva